- junio 11, 2020
- Posted by: Pablo
- Categoría: Agile

¿Qué es lo que hace que las organizaciones ágiles resulten exitosas? ¿Es posible identificar un conjunto de factores que, actuando en conjunto, puedan dar lugar a un modelo cercano al ideal? Para la consultora Mckinsey la respuesta es afirmativa: claramente existen cinco “rasgos distintivos” que aparecen en toda organización que haya encarnado con éxito el paradigma agile y que describen el sistema orgánico que permite la agilidad organizacional.
Como concepto general Mckinsey entiende que las organizaciones verdaderamente ágiles presentan una aparente paradoja: son estables y dinámicas al mismo tiempo. Diseñan elementos troncales estables que evolucionan lentamente y admiten capacidades dinámicas –plasmadas a su vez en estructuras, mesas y procesos ágiles- que les permiten adaptarse velozmente a nuevos desafíos y oportunidades. Es decir que ante un mundo y un mercado cambiantes, responden como un organismo vivo.
Avance imparable
Una investigación de Gartner encontró que la mayoría de las organizaciones usan o planean usar enfoques ágiles tanto para el negocio como para implementar software empresarial orientado a la transformación digital. El estudio también encontró que casi la mitad (46%) de las organizaciones usa agile para todo o para la mayor parte de su desarrollo de aplicaciones. Y el 41% usa la agilidad para algunos desarrollos (menos del 50%). Por otro lado, fuera de lo que es el desarrollo de aplicaciones, el 63% usa o planea usar agile en el frente comercial. Y el 53% lo usa o planea usar para el implementar paquetes de software empresarial.
Con respecto a las metodologías ágiles utilizadas, el 90% mencionó Scrum, el 68% Kanban y el 35% design thinking.
Rasgos distintivos
Pero volviendo a los “marcas registradas” que exhiben las organizaciones ágiles, ¿cuáles son las más características? He aquí las que detectó McKinsey:
- Establecen un propósito y una visión compartida: las organizaciones ágiles cocrean valor con y para todos sus grupos de interés (empleados, clientes, socios, inversores). Están intensamente centradas en el cliente y buscan satisfacer diversas necesidades en toda su relación comercial. A efectos de cocrear valor diseñan enfoques distribuidos y flexibles, integrando frecuentemente socios externos en modelos comerciales modulares e innovadores.
- Despliegan una red de equipos capacitados: las organizaciones ágiles mantienen una estructura estable de alto nivel, pero reemplazan gran parte de la jerarquía tradicional restante con una red de equipos autogestionados flexible y escalable. Estas redes equilibran la libertad individual con la coordinación colectiva.
- Decisión rápida y ciclos de aprendizaje: las organizaciones ágiles abrazan la incertidumbre y trabajan en ciclos rápidos de pensamiento, acción y aprendizaje que están estrechamente alineados con su proceso de creatividad y realización. Se centran en la iteración rápida y la experimentación. Los equipos producen un producto viable mínimo muy rápidamente, a menudo en «sprints» de una o dos semanas.
- Modelo dinámico de personas que enciende la pasión: la cultura organizacional ágil coloca a las personas en el centro, crea una comunidad cohesionada e involucra y capacita a todos. Esto instiga a crear valor de manera rápida, colaborativa y efectiva. El liderazgo es compartido y de servicio: sirve a las personas en la organización, empoderándolas y desarrollándolas.
- Tecnología habilitadora de próxima generación: en las organizaciones ágiles la tecnología está perfectamente integrada y es esencial para todos los aspectos como un medio para desbloquear el valor y permitir reacciones rápidas a las necesidades comerciales y de las partes interesadas.
Tal como se indica en este artículo que invitamos a leer, el contexto incierto y cambiante que vivimos presiona a las organizaciones para que ganen agilidad. Para responder a este desafío viene surgiendo una nueva forma organizativa que presenta las cinco características centrales que describimos. En su conjunto dotan a las organizaciones de un núcleo estable y de capacidades dinámicas para abordar los cambios constantes en los mercados y en las preferencias de los consumidores.
¿En su organización ya lograron encarnar estos cinco rasgos distintivos? ¡Sería genial que cuente su experiencia acá!